Política en 3D / La guerra






















   

Cuando nos encontramos con una contradicción irresoluble, cuando nos asomamos al abismo de la incertidumbre o el absurdo sentimos dolor. Ese dolor es el miedo, que nos protege de saltar a ese abismo, nos inhibe de la acción, ante la ignorancia de qué acontecimientos pueden producirse que no podamos controlar. El miedo es bueno porque nos avisa de un peligro. Quien ignora el miedo es un tonto. Quien se deja paralizar por él es un cobarde. El miedo no se combate obviándolo, sino enfrentándolo, encontrando el vericueto y la razón que nos permita continuar. Quien no tiene recursos para superar ese miedo se asusta más, y entonces necesita destruir aquello que le produce el sufrimiento y empieza la guerra, la única estrategia de los que no saben vencer el miedo.

La palabra guerra procede de ‘werra’, que significa discordia; y la palabra ‘discordia’ significa oposición. La oposición en principio no es negativa, todo lo que aprendemos, lo que podemos discernir es por la diferencia con respecto a otra cosa, porque se opone a ella. Pero en nuestro conocimiento del mundo cuando dos cosas o conceptos se diferencian pueden coexistir. La ‘p’ se opone a la ‘b’, pero no la mata. Nuestro lenguaje, cualquier lenguaje, se enriquece con la diferencia, pero en nuestra política, la política de cualquier parte, la diferencia es el inicio de la hostilidad y la discordia.

La guerra es un concepto amplio que recoge una gran gama de actos hostiles y destructivos. Y siempre se dice que es para la paz. Pero no es cierto. Paz y guerra no son partes de una dualidad, son dimensiones distintas.

La paz es multiversa y construye, es creativa, productiva, común, solidaria; todas las personas caben en la paz. En la paz se evoluciona y emerge la vida.

En la guerra solo caben dos categorías, los que destruyen y los destruidos, los que matan y los muertos. Es una dualidad con dos aspectos que se necesitan para seguir existiendo en una progresión cerrada infinita. En esa lógica hay quien pretende asir las dos partes de esa contradicción y aunarlas en un haz apretado de cintura estrecha, lo que mi me parece una estupydez, en vez de permitir que la naturaleza social se explaye y viva libremente.

Esa gente de misión miope se viste de grandes ideales para respaldar su estrategia preñada de  hostilidad, con incursiones tóxicas, frases-consigna repetidas hasta la saciedad, disfrazados de héroes salvadores. Prometen democracia en la democracia, mezclan churras de izquierdas con merinas de derechas, en un tótum revolútum bien atado sin razón que lo sostenga. Y eso no es paz sino absurdo y el absurdo conduce a la discordia, a la hostilidad y la guerra, aunque se vista de rosa.17/11/13Licencia Creative Commons
banco de pensamiento por visi vidal gilsanz se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.
Basada en una obra en www.pirolos.org.
Permisos que vayan más allá de lo cubierto por esta licencia pueden encontrarse en www.pirolos.org.