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Política
en 3 / El algoritmo
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Para pensar la política necesitamos ideas que configuren esa
realidad de las relaciones sociales que nos incumben a tod@s. Las
ideologías más destacadas que heredamos del siglo pasado componen la
dualidad izquierda-derecha. Entendemos, desde nuestra posición europea
occidental, ‘la izquierda’ como una ideología que defiende a los más
desfavorecidos y aboga por una igualdad social, y se relaciona con un
poder horizontal, en tanto que ‘la derecha’ defendería un poder
vertical y la preeminencia de una clase social poderosa que lo detenta.
Pero es engañoso, porque hay un socialismo de derechas, es decir un
poder vertical que cuida de ‘su gente’ siempre que esta sea obediente a
sus autoridad, como por ejemplo el partido Aurora Dorada en Grecia, que
es heredero del nacional-socialismo alemán y del fascismo
italiano y sin irse tan lejos a comprar azulejos, aquí en nuestro
país, tenemos la herencia del falangismo y la Sección Femenina
que también eran socialistas y de derechas. En los países comunistas el
totalitarismo fue evidente, y se le podría llamar capitalismo de
izquierdas como en el caso de China.
El caso es que esa dualidad se quiere dejar de usar y muchas
agrupaciones políticas dicen que no son ni de izquierdas ni de derechas
y que esa forma de entender la política está obsoleta pero no proponen
una alternativa. Seguimos con esa dualidad como referencia.
Así pues estamos en una política plana: izquierda-derecha y poder
vertical-poder horizontal. Para que la política sea en 3D hay que
incluir un tercer elemento, la ciudadanía. En una democracia conviven
toda clase de ideologías y creencias, y en esa pluralidad se establece
la organización social en la que siempre hay una jerarquía organizativa
necesaria para una sana eficiencia de las instituciones.
Pero no es suficiente, se requiere una interacción para que todo fluya.
El elemento que nos falta es la fórmula de organización de todo ese
movimiento conjunto que dinamice la actividad de modo coherente. El
axioma, un principio no discutible, de donde se deriven las acciones
políticas. Estoy hablando del algoritmo de Badiou.
Para el filósofo Alain Badiou la política es un procedimiento de verdad
porque es un acontecimiento colectivo que “vehicula el requerimiento
virtual de todos”, es el pensamiento de todos. Por eso es el único
procedimiento de verdad, genérico.
Badiou propone en su libro ‘Compendio de metapolítica’ ese
axioma, una fórmula para vehicularvehicule la secuencia de
acontecimientos colectivos, pues la política es una actividad y
necesita de un principio de acción.
El algoritmo tiene cuatro elementos: la dimensión colectiva, la
potencia del estado, la función política y una máxima
igualitaria, que representa con tres infinitos matemáticos
y un número.
La dimensión colectiva la representa con la letra
griega sigma minúscula σ
SIGMA que se usa para representar el número de divisores de un entero.
La potencia del estado con la letra
épsilon minúscula, ε épsilon que
se usa matemáticas para designar cantidades que tienden a cero en
el estudio de los límites.
La dimensión colectiva del acontecimiento político tiene una fuerza
inferior a la potencia del estado sobre colectivo:
y pi
(
el número que sale siempre que se divide cualquier circunferencia entre
su diámetro), es la Función Política:
mediante la cual se fija una prescripción sobre el estado en su
potencia “errante”. Entonces tenemos:
El 1 desconfigura toda presunción desigualitaria. Es la cifra de
lo mismo y de la igualdad” La función política fija la potencia estatal
y además trabaja para la producción de igualdad:
La secuencia numérica se escribe:
A pensar una ratito.
banco de
pensamiento por visi vidal
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